Ya sabes que el mejor lugar para hacer fotografía callejera es exactamente donde te encuentras en este momento. No es necesario viajar a destinos exóticos para capturar imágenes impactantes. Claro que las vibrantes calles de Cuba, con sus escenas de danza sobre coches antiguos y músicos que llenan el aire con melodías de saxofón, o las bulliciosas avenidas de India, donde puedes ver una vaca inesperadamente lamiendo la cabeza de un transeúnte mientras un niño salta al río Ganges, tienen su encanto inconfundible.
Esas imágenes son espectaculares, sin duda. Sin embargo, emprender esos viajes implica una inversión considerable y, después de fotografiar repetidamente esas escenas, podrías llegar a sentirte saturado de los mismos motivos, aunque la música y su energía quizás siempre te cautiven.
El Verdadero Arte de la Fotografía Callejera
Recuerda, son tus ojos y no los sujetos peculiares los que realmente crean una gran fotografía. La habilidad de observar se entrena y debes ejercitarla constantemente, sin importar si te aburres de ver todos los días las mismas calles, la misma escuela o la misma parada de autobús.
Confieso que a veces siento que ya he capturado todo lo posible en Hong Kong, creyendo haber agotado sus ángulos y paisajes. Pero luego visito mi pequeño pueblo al sur de Madrid, y me sorprendo con la peculiaridad de las casas con ventanas a ras de suelo. ¿Es más fotogénico mi pueblo que Hong Kong? Probablemente no. ¿Soy mejor fotógrafo allí que en Hong Kong? Soy el mismo.
Pero la frescura y el interés por fotografiar dependen del tiempo que paso en cada lugar.
En mi pueblo hay vacas y pastores; en Hong Kong, personas con calculadoras. Los locales de mi pueblo estarían encantados de fotografiar a los calculistas, y estos últimos querrían ver ovejas. Nada es mejor ni peor, es el ojo con el que mires lo que define la fotografía.
Consejos para Tomar Fotos que Impacten
Capturar una imagen que realmente impacte lleva tiempo. Requiere entrenamiento constante, explorar mucho y, a menudo, confundirse aún más.
Llevo fotografiando casi todos los días desde hace 15 años y me conformaría con obtener una sola foto buena al año que realmente marque la diferencia.
Una cosa es apreciar tu propia foto porque te parece bonita o crees que tiene mérito, y otra muy distinta es ser crítico con tu trabajo. Debes aspirar a más, consumir más fotografía de otros y ser exigente con tus propias imágenes. Al disparar y al momento de decidir qué conservar y qué eliminar, no dudes en descartar una foto que en el momento parecía ganadora de un premio, pero que al revisarla más tarde no aporta nada nuevo.
Fotografiar no es en vano; has estado entrenando tu visión, y eso es fundamental. Continúa entrenando tu ojo, incluso si donde vives no hay danzas sobre coches antiguos ni vacas que participen en escenas pintorescas.
Tu pueblo, tu ciudad, tu barrio y tu calle son escenarios increíbles para la fotografía. Solo necesitas saber qué buscar, cómo encontrarlo y descubrir tu propio estilo.
Gracias por acompañarme en este viaje fotográfico, donde cada calle y cada momento nos ofrece una oportunidad para capturar lo extraordinario en lo ordinario.
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